La MUERTE de PRINCE: 🚫IMAGENES REALES 🚫LO que NUNCA te CONTARON 🚫 | HO

Prince, se encontraba programado para una serie de conciertos a principios de 2016, pero tuvo que posponerlos debido a una gripe que lo aquejaba.

A pesar de no sentirse en óptimas condiciones, finalmente el espectáculo se llevó a cabo un tiempo después. Sin embargo, las preocupaciones aumentaron cuando durante el vuelo de regreso a su hogar en Minneapolis, Prince perdió el conocimiento, lo que resultó en un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Quad City en Moline.

Fue allí donde se descubrió que estaba experimentando una intoxicación por opiáceos, sustancias que había consumido en las horas previas al espectáculo. A pesar del tratamiento médico, él desobedeció las recomendaciones y abandonó el hospital.

En los días posteriores, en su mansión, Prince pareció recuperarse y su salud mejoró. Sin embargo, el 20 de abril, sus asistentes buscaron la ayuda de un experto en adicción a medicamentos.

A la mañana siguiente, a las 9:43 a. m., las autoridades del condado de Carver recibieron una llamada de emergencia solicitando una ambulancia en la residencia de Paisley Park.

Así es…Todo indicaba que la situación se les había escapado de las manos…

La trágica muerte de Prince en 2016 conmocionó al mundo entero, no solo por la repentina partida de una de las leyendas más influyentes de la música, sino también por las circunstancias que la rodearon. Aunque su vida pública estuvo siempre envuelta en un halo de misterio, su fallecimiento expuso una serie de realidades ocultas, entre ellas el uso de opioides y la adicción, lo que dejó muchas preguntas sin responder.

En los primeros meses de 2016, Prince estaba ocupado con su gira “Piano & A Microphone Tour”, una serie de conciertos íntimos que mostraban su increíble habilidad musical. Sin embargo, detrás de escena, el artista estaba lidiando con problemas de salud. El 7 de abril, el cantante pospuso uno de los conciertos debido a que no se sentía bien, aunque intentó reprogramarlo para más adelante. La fiebre alta y el cansancio fueron señales de que algo no estaba bien, pero los eventos que se desarrollaron después indicaron una verdad mucho más oscura.

El 14 de abril, tras uno de sus espectáculos, Prince abordó un vuelo privado de regreso a Minneapolis, su ciudad natal. Durante el trayecto, perdió el conocimiento, lo que obligó al avión a realizar un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Quad City, en Moline, Illinois. Allí, fue trasladado a un hospital donde le administraron un tratamiento para contrarrestar una sobredosis de opiáceos, pero desobedeció las recomendaciones médicas y abandonó el hospital solo unas horas después de su ingreso. Al público, sus representantes informaron que había sido una “deshidratación severa”, pero la realidad era que el músico estaba lidiando con una peligrosa adicción.

En los días siguientes, Prince pareció estar mejorando. El 16 de abril, fue visto paseando en bicicleta y haciendo compras en su ciudad, y también organizó un evento en su famosa residencia, Paisley Park, donde aseguró a sus seguidores que estaba en buenas condiciones de salud. Sin embargo, tras esa fachada de tranquilidad, los problemas de adicción seguían presentes. El 20 de abril, sus asistentes contactaron a un experto en el tratamiento de adicciones para buscar ayuda urgente, pero ya era demasiado tarde.

El 21 de abril de 2016, las autoridades del Condado de Carver recibieron una llamada a las 9:43 de la mañana desde la mansión de Prince, ubicada en Paisley Park, solicitando una ambulancia. El cuerpo del artista fue encontrado desplomado en un ascensor dentro de su residencia. Los intentos de reanimarlo fueron en vano. A sus 57 años, el mundo perdió a uno de sus mayores íconos musicales.

El informe de toxicología reveló que Prince había muerto por una sobredosis accidental de fentanilo, un opioide extremadamente potente que puede ser hasta 50 veces más fuerte que la heroína. Lo más alarmante fue que, según las investigaciones, el cantante no sabía que estaba consumiendo esta droga. Los calmantes que había ingerido, aparentemente para tratar el dolor crónico que sufría, estaban adulterados con fentanilo sin su conocimiento. Las autoridades calificaron su muerte como un accidente.

La muerte de Prince puso de relieve la creciente crisis de opioides en los Estados Unidos, un problema de salud pública que se ha cobrado miles de vidas. El fentanilo es un opioide sintético extremadamente peligroso y de acción rápida. Muchos, como en el caso de Prince, lo consumen sin saberlo, ya que se mezcla con otros medicamentos, aumentando así el riesgo de una sobredosis fatal.

Durante las investigaciones, se encontraron en su hogar numerosas pastillas mal etiquetadas que contenían fentanilo. Sin embargo, la procedencia exacta de las drogas que consumió nunca fue completamente esclarecida, y no se presentaron cargos penales en relación con su muerte.

La vida de Prince estuvo marcada por el misterio y el control extremo sobre su música y su imagen pública. Era conocido por ser un perfeccionista, no solo en su arte, sino también en su vida personal. Protegía celosamente sus derechos de autor, sus grabaciones y su privacidad, lo que lo llevó a ser uno de los primeros artistas en desafiar las grandes discográficas y lanzar su música de manera independiente. Fue un pionero en vender sus álbumes a través de internet, mucho antes de que fuera común hacerlo.

Prince, cuyo nombre completo era Prince Rogers Nelson, nació el 7 de junio de 1958 en Minneapolis. Desde muy joven mostró un talento natural para la música, tocando varios instrumentos y componiendo sus propias canciones. En 1978 lanzó su primer álbum, For You, y a partir de ahí su carrera despegó, con éxitos como 1999, Purple Rain y Sign o’ the Times, entre muchos otros.

Más allá de su música, Prince también era conocido por su estilo de vida excéntrico y su ambigüedad de género, lo que rompía con las normas establecidas. A menudo vestía de manera andrógina y su comportamiento desafiaba las convenciones de su tiempo. Canciones como Purple Rain no solo fueron éxitos musicales, sino que también se convirtieron en himnos culturales que definieron una era.

Aunque su muerte dejó un vacío inmenso en el mundo de la música, su legado sigue vivo. Tras su fallecimiento, sus ventas se dispararon, con millones de discos vendidos en las semanas siguientes. Sus fanáticos organizaron vigilias y homenajes en todo el mundo, mientras que los principales monumentos y edificios de Estados Unidos se iluminaron de púrpura en su honor.

MTV dedicó su programación a Prince durante días, y el canal AMC proyectó la película Purple Rain en cines seleccionados. Además, en ceremonias como los Grammy y los Billboard Music Awards, artistas como Bruno Mars, Madonna y Stevie Wonder rindieron emotivos tributos al fallecido músico.

A pesar de la enorme tristeza que dejó su partida, la influencia de Prince sigue siendo palpable en la música contemporánea. Fue un visionario que desdibujó las líneas entre géneros musicales y derribó barreras de identidad de género y raza. Su valentía artística y su implacable búsqueda de la libertad creativa siguen siendo una fuente de inspiración para músicos y fanáticos en todo el mundo.

Prince dejó un vasto catálogo de música inédita, guardado en una bóveda en Paisley Park. En los años posteriores a su muerte, se ha comenzado a liberar parte de este material, permitiendo que los fanáticos disfruten de nuevas composiciones y álbumes que el artista nunca llegó a lanzar en vida.

Sin embargo, su legado también ha estado envuelto en disputas legales. Al no haber dejado un testamento, su fortuna y derechos fueron objeto de largas batallas entre sus familiares y socios. Finalmente, en 2023, se llegó a un acuerdo sobre la distribución de su herencia, que incluía bienes valorados en más de 150 millones de dólares.

La muerte de Prince fue un duro recordatorio de los peligros de los opioides y del devastador impacto que pueden tener en la vida de las personas, incluso en aquellos que, como Prince, parecían estar en la cima del mundo. A pesar de su trágico final, su vida sigue siendo un testimonio del poder transformador de la música y la creatividad